De lejos, rodeada de cereal Valseca luce sus tejados segovianos, contrastando la imagen primaveral, con la Ermita de San Roque en la parte inferior.
Recién restaurada la ermita de San Roque luce sus paredes de piedra rejunteada y su tejado a la segoviana en perfecto estado.
Después encontramos la iglesia de Nuestra señora de la Asunción con magnificas naves coronadas por los tejados segovianos, dando una imagen majestuosa de la misma.
Pese a que existen todavía gran cantidad de tejados a la segoviana, la mayoría como en muchos pueblos son de edificios antiguos o almacenes o portadas.
Algunas casas, apenas aguantan sus paredes de mampostería irregular, que en su día la intentaron sujetar con un contrafuerte bajo en esquina y que y no aguantan más su estructura y darán por tierra con sus tejas y su esgrafiado segoviano.
Otras tras haberles abierto heridas de dinteles para guardar vehículos, piden a gritos una rehabilitación, respetuosa con su fachada y cubierta, difícil de conseguir.
Viejas puertas carreteras luchan por no pasar al olvido junto a sus paredes y tejados a la segoviana.
Es agradable ver un obra de rehabilitación que mantiene el tejado segoviano como seña de identidad de la construcción.
Y en alguna de las casas de nueva planta han tenido el buen gusto de rematar el edificio con el tejado tradicional segoviano.
Hay esperanza en que se mantengan los tejados tradicionales y el Ayuntamiento del pueblo también lo luce en señal de orgullo.
